En el campo de la reproducción asistida, la fecundación in vitro (FIV) puede lograrse mediante dos técnicas principales: la FIV convencional y la ICSI (microinyección intracitoplasmática de espermatozoides). Aunque ambas buscan el mismo objetivo —la formación de un embrión a partir de un óvulo y un espermatozoide—, utilizan métodos diferentes para lograrlo. En este artículo, te explicamos en qué consisten estas técnicas y cuándo se utilizan.
FIV Convencional: Dejando que la naturaleza actúe en el laboratorio
La FIV convencional se inspira en el proceso natural de fecundación, pero en un entorno controlado. En esta técnica, los espermatozoides se colocan junto al óvulo en una pequeña microgota dentro de una placa de cultivo.
- El óvulo, todavía rodeado de células granulosa, actúa como una barrera natural que los espermatozoides deben atravesar para llegar al citoplasma.
- Se coloca una cantidad elevada de espermatozoides alrededor del óvulo, permitiendo que uno de ellos lo fecunde de manera espontánea.
¿Cómo se ve? Bajo el microscopio, observamos el óvulo rodeado de granulosa con los espermatozoides nadando a su alrededor. Este método requiere que los espermatozoides tengan una buena movilidad y capacidad de penetrar el óvulo por sí mismos.
ICSI: Precisión bajo el microscopio
La ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides) es una técnica más avanzada y precisa que revolucionó el tratamiento de infertilidad, especialmente en casos de factor masculino.
- Bajo un microscopio especial llamado microinyector, seleccionamos el espermatozoide con las mejores características.
- Antes de inyectarlo, detenemos su movimiento aplicando un pequeño «golpe seco» en la cola del espermatozoide. Este proceso activa la reacción acrosómica, un paso clave para iniciar la fecundación.
- Utilizando una pipeta microscópica, aspiramos el espermatozoide y lo introducimos directamente en el citoplasma del óvulo.
¿Qué ocurre después? Los óvulos microinyectados se colocan en la incubadora hasta el día siguiente, donde confirmamos si la fecundación fue exitosa.
¿Cuándo se recomienda cada técnica?
- FIV convencional: Se utiliza cuando los espermatozoides tienen una calidad suficiente para fecundar al óvulo por sí mismos.
- ICSI: Es la técnica de elección en casos de infertilidad masculina, como baja movilidad o cantidad limitada de espermatozoides.
La ICSI ha supuesto una revolución para los pacientes con problemas severos de factor masculino, ofreciendo oportunidades que antes eran impensables.
¿Tienes dudas sobre estas técnicas?
Ambas técnicas se realizan con el máximo cuidado y precisión, adaptándonos a las necesidades de cada caso. Si tienes preguntas o necesitas más información, no dudes en escribirnos a dudas@embriocenter.es.