Si estás en pleno tratamiento de reproducción asistida y acabas de pasar por una transferencia embrionaria, es normal que te preguntes: ¿puedo seguir con mi vida normal? La respuesta corta es: sí, pero con matices. No se trata de quedarte en cama sin moverte, pero tampoco de continuar como si nada hubiera pasado.
En este artículo, te contamos con claridad y sin mitos lo que sí puedes hacer, lo que es mejor evitar y, sobre todo, por qué es importante seguir ciertas recomendaciones en estos días clave.
Una vida normal, pero con tranquilidad
Tras la transferencia embrionaria, puedes seguir haciendo muchas de tus actividades cotidianas. Ir a trabajar, pasear, leer, cocinar, ver una serie… todo eso está perfectamente bien. Lo que recomendamos es que lleves una vida un poco más pausada, sin excesos ni esfuerzos innecesarios.
Lo que SÍ puedes hacer:
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Actividades suaves y cotidianas como caminar, conducir, trabajar (si no implica esfuerzo físico).
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Mantener una rutina lo más relajada posible, priorizando el descanso.
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Seguir una alimentación saludable, rica en frutas, verduras y fibra.
Lo que es mejor EVITAR:
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Levantar peso o realizar movimientos bruscos que impliquen tensión abdominal.
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Ejercicio físico intenso: nada de correr, saltar, clases de alta energía o deportes de impacto.
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Reposo absoluto: no es necesario ni recomendable quedarse todo el día en cama. Estar en movimiento suave ayuda a la circulación y al bienestar general.
La alimentación importa (y mucho)
Durante estos días, tu cuerpo está bajo el efecto de la progesterona, una hormona fundamental para favorecer la implantación del embrión. Sin embargo, uno de sus efectos secundarios más comunes es el estreñimiento.
Para evitarlo y sentirte mejor:
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Aumenta el consumo de frutas frescas, verduras de hoja verde, cereales integrales y agua.
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Evita alimentos ultraprocesados o muy grasos que pueden dificultar la digestión.
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Caminar a diario también ayuda al tránsito intestinal.
Una dieta rica en fibra te hará sentir menos hinchada y más cómoda en estos días de espera.
El impacto emocional también cuenta
No podemos olvidar que este proceso está cargado de emociones. La betaespera (ese período hasta la prueba de embarazo) puede generar ansiedad, miedo o incertidumbre. Es normal.
Nuestro consejo es que busques actividades que te ayuden a estar centrada, en calma y distraída:
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Leer un libro que te guste.
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Hacer meditación o ejercicios de respiración.
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Rodearte de personas que te aporten tranquilidad.
Tu bienestar emocional también influye en tu cuerpo. Cuídalo con el mismo mimo que sigues las pautas médicas.
Y lo más importante: ante la duda, consúltanos
Cada cuerpo y cada tratamiento es diferente. Aunque aquí te damos una guía general, no tomes decisiones por tu cuenta si tienes dudas. Estamos para ayudarte y acompañarte en cada paso.
Antes de realizar cualquier cambio, actividad o tomar algún medicamento por tu cuenta, consúltalo con tu equipo médico. Esa comunicación cercana es parte fundamental del tratamiento.