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Los resultados proporcionan tranquilidad a las miles de parejas que han confiado en la reproducción asistida

Los niños concebidos a través de tratamientos de fertilidad no son más propensos a tener un desarrollo más tardío que los pequeños concebidos de manera natural, según un estudio realizado por investigadores del National Institutes of Health (NIH) americano, el New York State Department of Health y otras instituciones.

La edición digital de «JAMA Pediatrics» publica que los últimos análisis pueden ayudar a aliviar las preocupaciones existentes desde hace muchos años acerca de que la concepción después del tratamiento de infertilidad podría afectar al embrión en una etapa sensible. En este sentido, los investigadores no encontraron diferencias en los resultados de la evaluación del desarrollo de más de 1.800 niños nacidos de mujeres que quedaron embarazadas después de recibir tratamiento para la infertilidad y los de más de 4.000 niños nacidos de mujeres que no se sometieron a este tipo de tratamiento.

Según los investigadores, «cuando comenzamos nuestro estudio, había poca investigación sobre los efectos potenciales de la concepción a través de tratamientos de fertilidad en niños de Estados Unidos», relata Edwina Yeung, investigadora de la División de Investigación Intramural de Salud de la Población en el Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development (NICHD) de investigadores del National Institutes of Health . «Nuestros resultados proporcionan tranquilidad a las miles de parejas que han confiado en estos tratamientos para formar sus familias».

El estudio ‘Upstate KIDS’ reclutó a neonatos nacidos de mujeres en el Estado de Nueva York desde 2008 hasta 2010. Los padres de bebés cuyos hijos nacieron a través de la participación en un tratamiento de la infertilidad fueron invitados a inscribir a sus hijos en el análisis. Los investigadores también reclutaron aproximadamente tres veces más hijos únicos no concebidos a través de tratamiento de infertilidad.

Cuatro meses después de dar a luz, las madres indicaron en un cuestionario el tipo de tratamiento para la infertilidad que recibieron. Los padres también completaron un test con preguntas para evaluar a los niños sobre discapacidades de desarrollo en numerosos intervalos durante los tres primeros años de la vida de sus hijos: en 4-6, 8, 12, 18, 24 y 36 meses de edad.

El cuestionario sobre el nivel de desarrollo de los hijos cubrió cinco principales áreas de desarrollo o dominios: la motricidad fina, la motricidad gruesa, la comunicación, el funcionamiento personal y social y la habilidad para resolver problemas. Así se constató que los niños concebidos a través de tratamientos de fertilidad recibieron una calificación similar a otros niños en las cinco áreas cubiertas en las evaluaciones del desarrollo.

De los niños diagnosticados con una discapacidad a los 3-4 años de edad, no se detectaron diferencias significativas entre los de TRA y aquellos del grupo que nacieron sin ayuda. Los autores del trabajo seguirán analizando a los niños periódicamente hasta que tengan 8 años de edad.