Importancia de la selección embrionaria
La seleccion del mejor embrión a transferir es uno de los objetivos primordiales de todo laboratorio de FIV.
El embriólogo tiene el reto de escoger aquel embrión que considere mejor entre un colectivo de embriones. Para ayudarle en su decisión se han venido utilizando a lo largo de la historia diferentes métodos dirigidos a conseguir que esta selección evoque en primer lugar la implantación y después, como objetivo final de este proceso, la contribución al nacimiento de un niño sano.
También, se han ido incorporando métodos o estrategias de «ayuda» para facilitar la implantación embrionaria, alternativas que van de la eclosión asistida (assisted hatching) a la incorporación del cultivo hasta blastocisto.
La transferencia de blastocistos es una estrategia demostrada para la selección morfológica del mejor embrión. Propiciada por la incorporación de nuevos medios de cultivo y un aparataje de mejor calidad para optimizar el desarrollo embrionario, como pueden ser el cultivo mediante cámara rápida (time-lapse) o incubadores con baja concentración de oxígeno, una de las políticas con mejores resultados es la selección embrionaria morfológica de blastocitos.
Desafortunadamente, los criterios morfológicos de selección embrionaria a lo largo de todos los estadios del desarrollo adolecen de una correlación débil con la euploidia, siendo mayor en estadio de blastocisto que en las fases de división previas.
Una proporción relevante de embriones aneuploides puede ser morfológicamente óptima.
A la vista de lo expuesto con anterioridad, el conocimiento de la dotación cromosómica embrionaria podría ser el mejor método de selección embrionaria para la transferencia. Conocemos el alto porcentaje de embriones aneuploides de una cohorte en las pacientes sometidas a FIV, seguramente más relacionado con la edad que con el procedimiento técnico en sí.
Datos del Registro nacional de Reproducción Asistida de nuestro país, la edad media de las pacientes que se someten a una FIV es de 37 años. Además, sabemos que la incidencia de aneuploidia aumenta con la edad.