A partir de un óvulo vitrificado de forma automatizada, ha llegado al mundo el nacimiento del primer bebé .
La vitrificación es la técnica que se emplea más frecuentemente en la actualidad para la conservación de óvulos o embriones. Consiste en enfriar muy rápidamente las células (reduce el tiempo y el riesgo de la formación de cristales de hielo) para minimizar el daño que sufren. Esta técnica ha demostrado tener una alta eficiencia.
Además, la vitrificación de ovocitos es una técnica empleada para la preservación de la fertilidad en mujeres, de modo que al tener los ovocitos conservados podrá utilizarlos en el momento en que decida intentar ser madre.
El procedimiento se inicia de la crioconservación o vitrificación de óvulos se inicia con un tratamiento hormonal encaminado a desarrollar varios óvulos susceptibles de ser conservados. La vitrificación es un procedimiento muy fiable, que garantiza la viabilidad de los óvulos para su uso tras la desvitrificación. Su conservación durante años no afecta a su calidad.
Este nacimiento, valida este método para estandarizar la criopreservación, proceso clave en el mundo de la reproducción asistida, que hasta ahora se hacía de forma manual. El bebé nació el pasado mes de septiembre, completamente sano y confirmando la viabilidad de esta nueva tecnología.
El Sistema Gavitm, es el nombre del equipo y la tecnología empleada, suponiendo una innovación importante en el ámbito de la reproducción asistida. De este modo se ha conseguido optimizar y estandarizar los procesos que se realizan en los laboratorios de reproducción humana asistida.
